En el 4 de la escondida Jupí, callejuela que nace en la plaza de los Traginers, una de las más bellas del Gòtic, remueve papeles Seo Czmich, director del flamante espacio, todavía pendiente de inaugurar.
En el 4 de la escondida Jupí, callejuela que nace en la plaza de los Traginers, una de las más bellas del Gòtic, remueve papeles Seo Czmich, director del flamante espacio, todavía pendiente de inaugurar. Tenían que hacerlo en marzo, pero la pandemia lo impidió. Este estudioso es el penúltimo de los 10 hijos de una familia croata migrada a Italia, país en el que él nació y creció, en un campamento gitano de Génova. "A mis ojos Italia es un lugar precioso, pero tiene su historia manchada con el pueblo gitano. No solo durante la segunda guerra mundial, también en la actualidad, con los campamentos", asegura desde la pequeña sala que recibe al visitante en la Romanó Kher (Casa Romaní). Tras una imponente puerta de madera recién reformada, unas blanquísimas paredes cargadas de memoria. En una de ellas, un retrato de Rukeli, boxeador símbolo de la resistencia y la dignidad, no solo para el pueblo gitano, sino para todos los pueblos oprimidos. Visten también sus paredes reproducciones de carteles del polifacético Helios Gómez, líder anarquista y autor de la 'Capilla Gitana' de la Modelo. Su hijo, Gabriel Gómez, protagonizó el primer Café Romaní, una de las pocas actividades que el covid les ha permitido realizar en la casa.