En este artículo se analizan las representaciones del paisaje caribeño en dos novelas autobiográficas escritas por mujeres: María la noche de la escritora costarricense Anacristina Rossi y My Brother de la escritora antiguana Jamaica Kincaid. En ambos textos literarios las narradoras-protagonistas viven y escriben lejos de su país de origen, en un exilio que tiene como causa principal la crisis de la familia tradicional. A pesar de algunas diferencias, el paisaje y la naturaleza funcionan como metáforas de la profunda disfuncionalidad que carcome desde adentro la estructura familiar patriarcal, institución que es subvertida en ambas novelas. En María la noche es posible constatar que el paisaje caribeño constituye una exterioridad (un espacio marginal) en relación con el territorio del Valle Central y la costa pacífica de la República de Costa Rica. Por su parte, la novela My Brother presenta el paisaje de Antigua como una naturaleza domesticada a partir de la figura del jardín como expresión del orden, el control y la planificación de la mentalidad europea.